Sandra Melgarejo. Viena (Austria)
De acuerdo con la encuesta IDEA (Impact of Depression at work in Europe Audit) de la Asociación Europea de Depresión (EDA), presentada en el 25º Congreso Europeo de Neuropsicofarmacología celebrado en Viena, las personas con depresión experimentan síntomas cognitivos, como dificultad de concentración, indecisión y olvidos, el 94 por ciento del tiempo, lo que les causa impedimentos significantes en el trabajo y en la productividad. Estos síntomas, aunque frecuentes, son poco conocidos, se pasan por alto y no soy un foco habitual de tratamiento.
Nick Moon, de la Alianza de la Depresión, Guy Godwin y Juan Mendive.
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Guy Godwin, profesor de Psiquiatría en la Universidad de Oxford (Reino Unido), ha afirmado que “se puede y se debe medir la concentración, los problemas de memoria y la rapidez mental” a las personas con depresión mediante “simples test”. Según Godwin, la importancia de prestar atención a los problemas cognitivos de la depresión es que “ofrece un camino para entender la enfermedad en relación con la función cerebral y podría explicar problemas que experimentan los pacientes, como una mala rehabilitación y dificultades en el trabajo”.
La encuesta muestra que la conciencia de los síntomas cognitivos de la depresión es pobre. Juan Mendive, médico de la Asociación Europea de Depresión, ha detallado que sólo el 33 por ciento de los encuestados identifica los olvidos, la indecisión (44 por ciento) y los problemas de concentración (57 por ciento) como síntomas de la depresión, en contraste con el 88 por ciento que sí asocia la tristeza con la depresión. “Cuanto más episodios depresivos tiene una persona, más empeoran los síntomas cognitivos, pero es potencialmente tratable”, ha señalado Godwin.
Con respecto al tratamiento, el profesor de Psiquiatría de Oxford, ha indicado que, aunque hay muy pocos datos sobre el tratamiento más adecuado, “no se debe generalizar, sino encontrar la mejor forma para tratar a cada paciente”. “Cosas tan simples como la rehabilitación cognitiva y el ejercicio físico pueden suponer una gran diferencia para el paciente”, ha destacado.
Pérdidas económicas asociadas a la depresión
Según los resultados de la encuesta IDEA, aproximadamente un 11 por ciento de los ciudadanos de la Unión Europea, 30 millones de personas, ha sufrido depresión en algún momento de su vida. La depresión tiene importantes costes socioeconómicos. Se estima que, en 2010, su coste en la Unión Europea fue de 92.000 millones de euros. La mayor parte de esta cantidad, 54.000 millones, eran costes indirectos relacionados, por ejemplo, con las bajas por enfermedad (se pierde una media de 36 días de trabajo por episodio depresivo) y las jubilaciones anticipadas.
A pesar de la magnitud del problema, uno de cada tres empresarios encuestados señala que no tienen apoyo formal o medios para tratar con los empleados que tienen depresión, por lo que el 43 por ciento pide mejores políticas y legislación para proteger a los empleados. “Los síntomas cognitivos de la depresión tienen un alto impacto en la productividad en el trabajo”, ha reiterado Mendive, quien ha añadido que “hay mucho que hacer para aumentar la conciencia y apoyar a los empleados y a los empresarios en el reconocimiento y en el manejo de la depresión en los lugares de trabajo”.
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